Los 7 hábitos alemanes que más sorprenden a un español

Alemania es una gran nación. Y, por supuesto, los alemanes son muy alemanes y mucho alemanes. Si te encuentras en la situación de socializar con alemanes (que seguro que te encantará), te verás sorprendido por varias costumbres y hábitos que tienen los teutones. En Kompass Idiomas estamos dispuestos a que también aprendas un poco sobre la cultura de Alemania, y las costumbres que tienen los alemanes en su día a día es una de las formas más directas y divertidas. Veamos algunos hábitos alemanes que más sorprenderán a un español cuando viaja a Alemania.

Las 7 costumbres alemanas que más sorprenden a alguien de España

Dice el refrán que donde fueres, haz lo que vieres. Sin embargo, en Kompass Idiomas te aseguramos que te verás sorprendido por algunas costumbres curiosas que tienen los alemanes en su día a día. Veamos algunos ejemplos.

Misma hora, distintos horarios

Si haces un viaje desde la Península a Alemania, no tendrás que cambiar la hora del móvil. No porque se cambie sola (que también), sino porque usamos el mismo huso horario que los alemanes, el GTM +1. Eso sí, anochecerá (mucho) antes y también amanecerá más temprano.

A pesar de esta simitud, los horarios comerciales suelen ser mucho más cortos que en España. La mayoría de los negocios cierran a las 20:00, o incluso antes, en caso de ciudades pequeñas o pueblos. Es habitual que cierren una hora para comer (entre las 12 y las 14).

Piensan en grün 

En Alemania, lo verde manda. No nos referimos a sus paisajes ni a sus densos bosques. El alemán es un pueblo muy verde y con mucha concienciación con el medio ambiente. Por eso mismo, no será raro ver varios cubos de basura organizados por tipos de residuo o mucha gente conduciendo una bici o un vehículo híbrido.

Ojo al reciclado: si un vecino te ve echando plásticos al contenedor del cartón, quizás le pegue una llamada a la policía para que te multen. No es por maldad, es por ecología.

Las normas no están para saltárselas, están para cumplirlas

Si te has pasado mañanas enteras viendo Alerta Cobra (serie de éxito apabullante en Alemania), estabas presenciando una concepción muy equivocada de Alemania. Por norma general, es un país muy tranquilo y con tasas de delincuencia bajísima.

Aparte de eso, tampoco realizan otras «acciones delictivas» como saltarse un semáforo en rojo o caminar por el carril bici. No hace falta que un agente de policía te lo advierta, los propios transeúntes se encargarán de hacerlo.

Esos zapatos, fuera

Esa expresión de «no andes descalzo, que te resfrías» no existe en Alemania. Allí, por norma general, cualquiera que entre en una casa (salvo quizás el señor del gas), se quitará sus zapatos y los dejará en la entrada. La buena construcción de las casas, los suelos conductores del calor y la calefacción hacen que sea muy cómodo ir descalzo por tu casa o la de tus amigos. Que llueva buena parte del año tampoco ayuda a ir con zapatos por casa. Por eso mismo, los alemanes no destacan mucho por llevar zapatos vistosos.

¿Agua? Con gas, por favor

El agua con gas, ese producto detestado por muchos, pero amado por los alemanes. El agua con gas es una de las bebidas que más fama tienen en Alemania.  ¿Por qué es esto? Podemos sacar 2 motivos:

  1. El agua del grifo en Alemania es mala. En la mayoría de zonas beber lejía es mucho más saludable que el agua del grifo, que es muy dura. Esto es extrapolable al agua mineral, que tampoco es muy buena. Conclusión: le pones gas y le quitas el sabor a rayos.
  2. Himmler (líder de las SS en la Alemania nazi) monopolizó el mercado del agua para vender solo agua con gas. Así consiguió una gran fuente de ingresos y evitaba que la soldadesca se pusiera «contenta» bebiendo cerveza y vino.

En cualquier caso, no te extrañes si ves que cualquier supermercado dedica buena parte de su espacio para poner varias marcas de agua con gas.

Antes muerta que senc…NO

Los alemanes se caracterizan por su pragmatismo: ¿para qué ir todos los días maquillada y en tacones si puedo estar en zapatillas? Por norma general, el pueblo alemán no destaca por su estilo al vestir. No es porque no quieran, puedan o no sepan, simplemente no les apetece. Aunque es una práctica a la que uno se acostumbra rápido, para ir a una discoteca o cerrar negocios sí será necesario ir de punta en blanco.

La hora aquí se respeta

La puntualidad no es una cualidad a tener en cuenta, para un alemán, llegar a nuestra hora es obligatorio. No vale llegar cinco minutos después, ya que te encontrarás con caras muy largas (si no se han ido ya). Esto se aplica en todos los casos: pobre del conductor de autobús que llegue tres minutos tarde.

Por otra parte, se acabó eso de estar hasta las tantas llamando y mandando mensajes de WhatsApp. Por regla general, está mal visto llamar o visitar a alguien después de las 20:30, aproximadamente. También, por supuesto, el ruido a esas horas no se permite. Incluso en las fiestas de casa, la música se pone a un volumen relativamente bajo y se habla tranquila y plácidamente. Pobres vecinos…

Estas son algunas de las costumbres alemanas que más sorprenden a un español, pero seguro que nos hemos dejado por el camino muchas otras. ¿Se te ocurre alguna otra? ¡Cuéntanos!